jueves, 18 de marzo de 2010

Adoptando el lema de los vencidos.

El ejército del "Estado plurinacional" de Bolivia debe ser el único en el mundo que adopta el lema de sus vencidos.
Más allá de las consideraciones sobre el origen de "Patria o muerte, venceremos", este grito fue usado por el Che y sus muchachos en la aventura guerrillera de Ñancahuazú.
Hoy, jefes militares genuflexos aceptan repetir el grito de sus derrotados.
¿Quién lo entiende?

viernes, 5 de marzo de 2010

Inseguridad Ciudadana: Más allá de lo policial.

Vivimos un clima de creciente inseguridad ciudadana. Ya no se trata solamente de la sensación producida por la manipulación mediática de la crónica roja cargada de morbosidad con fines sensacionalistas, sino de actos delincuenciales que se multiplican y se tornan cada vez más temerarios.

Frente a esto, autoridades y sociedad hemos cometido el error de reducir la inseguridad ciudadana a un asunto meramente policial, por tanto, si el diagnóstico es incompleto, el tratamiento del problema no producirá los resultados deseados.

Que la inseguridad tiene relación con hechos delincuenciales y las insuficiencias de una institución policial para reducir esos índices es una verdad de Perogrullo, y hay que seguir insistiendo en la posibilidad de superar esa situación con las medidas adecuadas. Pero hay otros factores que también debemos considerar como sociedad.

Uno que me parece importante y sobre el cual los cruceños debiéramos comenzar a trabajar tiene que ver con nuestros valores.

Por ejemplo, en muchas oportunidades hemos escuchado el sonsonete que “mientras haya pobreza habrá delincuencia”. No podemos negar que existen ciertos actos delincuenciales que son una consecuencia directa de la situación de pobreza, sin embargo los hechos que por su magnitud y su efecto en la inseguridad producen un mayor impacto no están derivados de ella. Los atracos, asesinatos, violaciones, ajustes de cuentas que vemos diariamente no son cometidos por alguien que no tenía pan o medicinas para llevar a su casa, sino por gente cuyos valores son el dinero, la vida fácil, la ostentación, la búsqueda del placer inmediato, que no reparan en el precio que ello implica para sí o para otros.

Debemos insistir que este no es solo un tema policial. También generamos inseguridad por nuestra manera de conducir vehículos, por nuestra falta de respeto a toda norma, por nuestra falta de higiene, por la poca consideración del otro y sus derechos, por la devaluación del concepto de familia, y un largo etcétera que tiene que ver con los valores que sostenemos como ciudadanos y como sociedad.

Ya lo decía el viejo Aristóteles en La Política, “No solo por necesidad delinquen los hombres… sino que también lo hacen para tener placer o satisfacer deseos”, y añadía más adelante, “No es por lo necesario sino por lo superfluo por lo que se cometen los mayores crímenes”.

Los valores individuales tienen su efecto en lo colectivo enseñaba Jesucristo cuando dijo que lo que sale de la boca y el corazón del ser humano es lo que contamina su convivencia.

Como individuos necesitamos ejercer una influencia diferente, con valores positivos, para vivir en comunidad de una manera más segura y tranquila. Si nuestros valores no cambian seguiremos siendo una sociedad insegura, aunque tengamos un policía detrás de cada ciudadano.