lunes, 16 de junio de 2008

De causas y efectos

Acabo de leer una declaración del Presidente Evo Morales a los medios de prensa, rechazando las modificaciones que se pretenden introducir al interior de la Comunidad Andina de Naciones para viabilizar los Tratados de Libre Comercio con Estados Unidos.

En la nota de Associated Press, se cita de manera textual la justificación del mandatario boliviano, "...acá han hecho mucho daño las políticas de libre mercado en más de 20 años".

En Bolivia, desde Octubre de 2003, el peor apelativo que se le puede dar a una persona es calificarla de "neoliberal" pues se considera al capitalismo, al libre mercado, la globalización, y todo lo que se le parezca, como pecados capitales y delitos de lesa humanidad.

Es más, desde entonces se puede encontrar a muchos "conversos" que niegan la relación que tuvieron con los denominados gobiernos "neoliberales". Resulta que ahora son "antisistémicos submarinos", es decir, muy en el fondo.

Por ahora no voy a defender ningún modelo político-económico, pero creo que es hora de quitarnos la máscara, de abandonar la demagogia y dejar de decir mentiras (que desde la perspectiva cristiana sí es pecado).

Lo verdaderamente dañino para el país es el boliviano corrupto, sea actor político o de la sociedad civil; sea empresario u obrero; sea rico o pobre; de derecha o de izquierda; sea camba o colla; sea blancoide, indio o mestizo; sea hombre o mujer; sea agnóstico o religioso.

La corrupción ha estado presente en el modelo estatista y también en el de libre mercado; y estará también en los regímenes populistas, si la actitud del ser humano no cambia.

Es cierto que hay sistemas en los que es posible un mejor control para evitar corrupción, por ejemplo el modelo de gobiernos descentralizados, más cercanos a la gente (vg. Autonomía departamental). Pero también es cierto que ningún sistema per se nos librará de corrupción, a menos que los actores sean íntegros y transparentes.

Bolivia está como está por los corruptos y corruptores que la dejaron hecha jirones, y no solo en los últimos veinte años sino en toda su vida republicana.

sábado, 7 de junio de 2008

Doctrina de Shock ¿De parte de quién?

Esta semana un buen amigo de la infancia me hizo llegar una nota del periódico La Prensa, fechado el 4 de Mayo de este año, con una entrevista a Naomi Klein, autora del libro “La doctrina del shock – el auge del capitalismo del desastre”. (http://www.laprensa.com.bo/noticias/04-05-08/04_05_08_poli9.php)

En la entrevista, esta autora canadiense afirma que en Santa Cruz está en marcha lo que ella denomina la doctrina del shock. Es decir la estrategia de construir una situación de inestabilidad extrema para luego aplicar medidas “de shock” como las empleadas por Víctor Paz Estenssoro en 1985 con la ayuda de Jeffrey Sachs para detener la hiperinflación de aquel momento, dando lugar a un modelo “neoliberal”.

En la parte introductoria de la nota y antes de transcribir las respuestas de la autora, el periodista Carlos Morales Peña comenta: “El proceso autonómico de Santa Cruz, denuncia (Klein), no es un caso aislado. Detrás está una estrategia global, bajo la mano de Estados Unidos, para fragmentar los Estados…”. Más adelante añade, “Klein alerta que, en 2008, el país enfrenta un nuevo asedio, esta vez, a través de las demandas regionales que —según su percepción— apuntan a minar el poder del Estado nacional, sino al desmembramiento territorial, para encontrar en las regiones los núcleos ideales para la explotación de recursos naturales y los negocios transnacionales”. (Las negritas son mías).

Ya en la entrevista misma, la propia activista anti-globalización sostiene que: “…Con lo que está pasando en Santa Cruz, se ve que se repite la historia del shock que sufrió Chile en los años 70. Un caos que es creado artificialmente”. (Nuevamente las negritas son mías).

Primero, lamento no haber leido la entrevista en su momento; y segundo, siempre me inquieta cuando alguien que desconoce nuestra realidad y nuestra historia se propone hablar de lo que no sabe.

Habrá que contarle a la señora Klein que Santa Cruz fue una republiqueta independiente antes de la creación de Bolivia; que su adhesión a Bolivia se hizo mediante dos diputados con credenciales “dudosos” como sostiene Charles Arnade, que llegaron a la Asamblea Constituyente de 1825 solo a firmar, sin debatir absolutamente nada; que a pesar de ello, Santa Cruz siempre buscó integrarse al país que la consideraba su patio trasero y salvaje; que el 1 de Mayo de 1877 fue fusilado Andrés Ibáñez, un igualitarista (o sea socialista, por tanto libre de sospecha de obedecer a doctrinas norteamericanas imperialistas) por plantear federalismo (nosotros no llegamos a eso, apenas pedimos autonomías); que en 1904 nuestros antepasados, por medio del Memorándum de la Sociedad de Estudios Geográficos é Históricos pedían la integración de Santa Cruz a Bolivia a través de vías de acceso y por ello fueron acusados de separatistas; que en 1957 nuestros padres fueron perseguidos y también acusados de separatistas por pedir el pago de regalías petroleras que hoy benefician a todos los departamentos del país; que toda la historia de Santa Cruz está signada por un esfuerzo de estar unida a Bolivia pero en condiciones de respeto a su visión de desarrollo y con claras muestras de solidaridad del país; y que por tanto, no puede venir alguien que ignora nuestra realidad y de un plumazo desvirtuar nuestras legítimas aspiraciones de autonomía acusándolas de ser parte de una estrategia globalizadora externa.

Si hay alguien que crea caos de manera artificial para desconocer nuestras aspiraciones y derechos son los actores del centralismo, no solo los actuales sino los de toda la historia de Bolivia. Hay que ilustrar a la señora Klein que el propio Gonzalo Sánchez de Lozada, “globalizador” y "neoliberal" por excelencia, se opuso frontalmente a la "descentralización política administrativa de los departamentos", como entonces llamábamos a las autonomías departamentales.

En conclusión: la lucha por autonomías viene desde antes que Estados Unidos sea potencia globalizadora, y los gobiernos "neoliberales" también se opusieron a esta demanda, por tanto la teoría de la señora Klein no tiene el mínimo asidero.

Post data: Debe quedar anotado que "globalizador" y "neoliberal" desde mi punto de vista no son pecados per se. Vale.

martes, 3 de junio de 2008

Encuestas caras

En su afán por descalificar los referéndums sobre Estatutos Autonómicos, el gobierno nuevamente se ha referido a ellos diciendo que simplemente son "encuestas caras".

Creo que si vamos a hablar de encuestas caras tendríamos que considerar el denominado Referéndum Revocatorio. ¿Por qué? Porque hace preguntas que no revocan ningún mandato. La consulta está dirigida a conocer si la gente "está de acuerdo con la continuidad del proceso de cambio liderizado por el Presidente Evo Morales Ayma..." y si "está de acuerdo con la continuidad de las políticas, acciones y gestión del Prefecto del Departamento".
Con esas preguntas nadie dejará su mandato, cualquiera fuera el resultado.