jueves, 30 de diciembre de 2010

Un discurso pa' cotudos

“Cotudo” es una palabra que, habiendo significado antes otra cosa, con el paso del tiempo la usamos los cruceños para referirnos a una persona sin criterio, sin capacidad de discernimiento. Así, es frecuente escuchar la expresión “¿Me creés cotudo?” como respuesta a alguien que intenta engañar bajo algún artilugio.

Bueno, el discurso del presidente Evo Morales difundido por cadena nacional la noche del miércoles 29 de Diciembre podría inscribirse bajo la categoría de “Discurso pa’ cotudos”.

Claro, porque el presidente nos cree cotudos a todos cuando insiste con el tema de la subvención a los combustibles como la raíz del problema. La raíz del problema está en haber perdido nuestra condición de productores de hidrocarburos líquidos, y eso se debe a falta de políticas adecuadas para el sector petrolero.

En otras palabras se subvenciona porque ya no se produce. No es que no se produzca porque se subvenciona, como nos quiere hacer creer el gobierno.

Hay que recordar que los hoy gobernantes se llenaban la boca hablando de la recuperación de la propiedad de los hidrocarburos cuando discutíamos la nueva ley de hidrocarburos entre 2004 y 2005. Cuando llegaron al poder, continuaron con el discurso. Nos dijeron que con la recompra de las empresas petroleras, bajo el pomposo nombre de “nacionalización”, recuperábamos nuestros hidrocarburos, por tanto ya no tendríamos que depender de los precios del mercado internacional para el consumo interno. ¿Qué pasó? Que el discurso no se tradujo en políticas que impulsen la inversión y perdimos nuestra condición de productores.

Hablando de subvención: el presidente nos cree cotudos cuando nos intenta mostrar que hay una subvención mala (la de los combustibles) y hay otra que es buena (la de los bonos). La subvención a los combustibles genera actividad económica productiva y empleo. La subvención a través de los bonos solo genera gasto que eleva la inflación, produce dependencia y mata la generación de empleo.

El presidente nos cree cotudos cuando vuelve a dirigir sus dardos contra Santa Cruz señalando que “la subvención era para favorecer al sector agroindustrial”. No dudo que algunos se dejarán convencer con ese sofisma, pero se requiere ser cotudo consumado para pensar que los agroindustriales producen solamente para ellos mismos, y por tanto solo ellos se benefician de la subvención. La prueba más clara que la subvención beneficiaba a todos, no solo a los agroindustriales, es que hoy los precios de todos los productos han subido, y seguirán subiendo en la medida que cueste más producirlos.

El presidente nos cree cotudos al ofrecer “doble aguinaldo” para los trabajadores del sector público, como una medida para paliar el alza del costo de vida. La mayoría de los asalariados de este país pertenecen al sector privado, sea formal o informal, o son trabajadores por cuenta propia. Por cierto la pregunta para el presidente es ¿Quién les pagará el doble aguinaldo a estos?

El presidente nos cree cotudos cuando piensa que los empresarios privados tendrán condiciones de pagar un 20% de incremento salarial, cuando ya los ha castigado con mayores porcentajes de aporte patronal bajo la nueva Ley de Pensiones y cuando, producto de la misma subida de los hidrocarburos, serán menos competitivos para producir. Lo que va a lograr es que muchos prefieran la informalidad o el cierre de empresas ante semejante carga social.

El presidente nos cree flor de cotudos cuando nos intenta hacer creer que el Estado pierde 150 millones de dólares en contrabando de combustible en “mamaderas” o botellas de gaseosas. Como alguien dijo, se necesitarían por los menos los 33 camiones del Supra-Gobernador de las Fronteras, llenos de biberones con gasolina para que el contrabando sea rentable.

¡No nos falte el respeto presidente!

Por lo menos yo … ¡cotudo no soy!

lunes, 27 de diciembre de 2010

Agunas consideraciones sobre el "gasolinazo".

El "gasolinazo" impuesto desde este domingo 26 por el gobierno boliviano me provoca algunas consideraciones:
Primero, el gobierno admitió su derrota frente al contrabando. Resultó mucho más fácil el expediente de subir el precio de los combustibles que atacar el problema del contrabando, que no solo se dedica a sacar carburantes fuera del país, sino también alimentos como el azúcar. Pero claro, para qué meterse con el contrabando, si hay gente del gobierno metida en ello; verbigracia: los 33 camiones en Pando bajo el amparo del hoy "Supra-gobernador" de las fronteras.
Segundo, la recompra de las petroleras, bajo el pomposo nombre de "nacionalización", fue un absoluto fracaso. Decir que el precio de los combustibles desincentiva la producción de petróleo es una vil mentira para tratar de tapar que ese desincentivo proviene de una errática política hidrocarburífera, tal como se lo había advertido en su momento.
Tercero, que el presidente del "Estado Plurinacional" nunca pone la cara por las decisiones más críticas, pues siempre está de viaje. ¿Querían algo más claro? Quien gobierna es el vicepresidente, lo que no exime de ninguna responsabilidad a Evo Morales, solo demuestra de qué madera está hecho.