sábado, 19 de julio de 2008

Revisando acontecimientos

Tres semanas fuera del país.
Allá se ha convertido casi un rito, después de cada saludo, tener que responder preguntas sobre los temas políticos y económicos en Bolivia.
Por razones de trabajo viajo con mucha frecuencia y me resulta interesante observar el creciente deseo de la gente por saber más sobre Bolivia, Santa Cruz y el proceso autonómico. Me aventuro a creer que nunca antes habíamos despertado tanto interés fuera de nuestras fronteras.
De regreso, parece que nada ha cambiado.
Nuevos hechos políticos pero las mismas posiciones.
Que el atentado en Yacuiba, que el Subteniente Nava, que los créditos venezolanos, que nadie hace nada por recuperar el IDH, que arrancó la campaña frente al revocatorio, etc.
En fin, seguimos envueltos en una pulseta producto de la torpeza política, sin lograr resolver los problemas de fondo.

2 comentarios:

Mr. J dijo...

¿Y cual es el problema de fondo?
- La reivindicación, por el gobierno, del indigenismo gracias al odio acumulado por 500 años de colonialismo.
- La profunda brecha racial que divide a Bolivia.
- La miseria.
- La corrupción política y social.
- El poder sumergido.
- La incertidumbre económica que se siente en la calle.
- La exagerada manipulación de las noticias por parte de las televisiones, que desinforman y confunden a la población. Falta de objetividad.
- La carencias de logros internacionales a todo nivel lo que nos hace ser un país de perdedores. Siempre intentando aunque sea empatar, nunca ganar con ventaja o sacando tajada.

¿Cual es el problema de fondo?
A lo mejor el verdadero problema es que los bolivianos nos hemos divorciado hace tiempo de nuestra Sra. Bolivia y vivimos con ella por costumbre.
Y tenemos la manía de hacer héroes a personajes "egodistónicos" que han muerto defendiendo ideas que creían propias.

Me gustaría saber específicamente cual es el problema de fondo pero creo que nadie lo sabe ciertamente y todos lo usamos como un Cliché político.

Napito, el país se derrumba y se derrumbará más todavía..usted fue reconocido en Bolivia como un político recto, honrado y capaz, que se mantuvo firme en sus convicciones y nunca se vendió.

Tres preguntas:
¿Quedan más políticos como usted?
¿Es usted boliviano?
¿Volverá a la política activa?

Anónimo dijo...

A la espera de actualizaciones, querido Napoleón.

Un fuerte abrazo.