viernes, 8 de agosto de 2008

Entre lo legal y lo político.

Nos encontramos a solo horas del controvertido Referéndum Revocatorio.
En lo personal, sigo creyendo en su inconstitucionalidad, además de su impertinencia e inutilidad para resolver los problemas del país.
Por cierto reconozco que lo de "inconstitucionalidad", en términos jurídicos, debe ser definido por autoridad competente. Pero la imposibilidad material que el Tribunal Constitucional se manifieste sobre el fondo, como corresponde, nos ha dejado en una situación de indefección en esta materia.
A estas alturas solo nos queda el otro camino, el político.
Acudir el domingo a votar es la opción para expresarnos políticamente, en un país en el que nos hemos acostumbrado a vivir de "mensajes".
La indiferencia no ayuda.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es una pena que los ciudadanos nos veamos en la encrucijada de ir o no ir a las urnas. Si no acudimos, otros deciden por nosotros, nos ganan por "walk over", y si acudimos, cualquiera sea el resultado del escrutinio, nuestro voto legitima un referendum ilegal.
De todas formas, ir o no ir, perdemos nosotros, gana el gobierno central. Que hacemos?, como siempre, elegir de los males el menor, vamos a votar. Obvio, arriba NO, abajo SI.
¡Regalito que nos hizo la alianza "Mas-podemos-sinmiedo"!.